Arte

Donde el que escribe pone a sus órdenes sus inquietudes en dicho terreno de nadie.

Hay muchas definiciones de arte, siendo lo común a la mayoría de ellas el indicar que el arte es una actividad humana. Pero un día llegó Desmond Morris a contarnos acerca de su amigo chimpancé, Congo se llamaba, que cuando tuvo elementos para hacerlo, se puso a pintar, y pintó bien y mucho, y sus cuadros se vendieron en miles de dólares. Luego, resultó que muchos animales pintan o esculpen, tanto en cautiverio como en libertad, cuando tienen la oportunidad, el gusto y/o la necesidad. Así que tal vez el arte no sea una actividad privativamente humana después de todo.

Para no quedar mal con nadie podemos decir que el arte es un indefinible. Claro que decirlo así nos acarreará problemas, pero hemos escabullido el bulto por un rato. También podemos decir que el arte es aquello que nos permite una experiencia estética (de belleza o de fealdad, de elegancia o de lo burdo, o de lo que sea, porque las experiencias estéticas abarcan todos esos matices y más). Pero, si a esas vamos, también una puesta de sol nos enfrenta con esas dichosas experiencias estéticas.

Entonces, ¿son las puestas de sol una obra de arte? Pues sí, sí lo son. No es privativo de nuestra especie hacer arte. También el universo lo hace. Y ya, lo dije y con ésto he zanjado una discusión de siglos. ¿vieron que fácil es todo cuando se caen el antropocentrismo y el vitalismo?

O al menos, eso me gusta creer.

Y bueno, la necesidad por consumir y producir arte ha estado presente en mí desde la infancia (como creo que está presente en todos los niños, pues).

Y con disimiles resultados, he escrito, cantado, forjado, pegado, calado y plegado poemas, canciones, joyitas, y otras cosas.

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